Manejar dilemas médicos usando el poder de afrontar
Tres veces en mi vida he tenido que respirar profundamente y afrontar tener procedimientos médicos que preferiría ignorar: una colonoscopia por pólipos, un reemplazo de rodilla y microcirugía en un ojo. Los dos primeros fueron como un paseo, aparte de los rigores de la fisioterapia. Pero el procedimiento en el ojo probó mis límites hasta lo último. Aunque mi ojo estaba anestesiado, estaba consciente de la operación. Podía ver todo lo que ocurría, pero no sentía nada. Esto me mareó un poco y casi me desmayé al observar pinzas quitando tejido de dentro del globo ocular. Justo cuando estaba a punto de desmayarme, invoqué tal meditación que podía llevar mi mente hacia arriba y sentir la amorosa y tranquilizadora compañía de Dios. Durante cada uno de estos tres episodios, la fe, la confianza y la valentía me mantuvieron estable y lista para afrontar mis miedos. En el tercero, acepté un poco de ayuda y de compañía sanadora. —LE
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