"Hygge: el secreto de la felicidad de los daneses."
Por Redacción BBC Mundo 02-10-2015
"Lo llaman Hygge y es un concepto 100% danés: se dice que éste hace a los hogares más cálidos y a la gente más feliz. Pero ¿qué es exactamente el hygge? y ¿es posible exportarlo a otros países?
Si le preguntamos a un danés qué es hygge, responderá que "es sentarse frente a la chimenea en una noche fría, vestido con un greso suéter de lana mientras bebes un vino caliente con azúcar y especias y acaricias a tu perro echado a tu lado".
Hygge también es comer galletas de canela hechas en casa, mirar la TV bajo un edredón, tomar el té en una taza de porcelana china a la reunión de la familia en navidad.
Se pronuncia "hu-ga" y a menudo se le traduce como "lo acogedor". Pero tal como dicen los que saben, hygge es mucho más que eso: es una actitud total ante la vida y es lo que ha ayudado a Dinamarca a superar a Suiza e Islandia como el país más feliz del mundo.
El adjetivo de hygge es "hyggeligt", y es una palabra que ofreces como cumplido a tus anfitriones después de haber pasado una noche agradable en su hogar.
El origen de Hygge.
El término surgió de una palabra noruega que significa "bienestar".
Apareció por primera vez escrita en danés en el siglo 19 y desde entonces ha evolucionado a la idea cultural que se conoce hoy en día en Dinamarca."
Extraído de: BBC Mundo
"Hygge: el secreto de la felicidad que ya practicas sin darte cuenta."
Por Sandra Cañedo (@sandcanedo) 20-03-2017
"Es el fenómeno del momento y la receta de los vecinos más felices del mundo para alcanzar el bienestar pleno. Se llama Hygge (aunque se pronunica "juga") y consiste en una particular forma de entender y de disfrutar de la vida basada en los planes sencillos, confortables y relajados en soledad o buena compañía. Aunque en Dinamarca se practica desde hace más de dos siglos, un nuevo lanzamiento literario vuelve a ponerlo ahora de moda en el resto de Europa. ¿Necesitas un libro para saber cómo pasar, lo que viene siendo, una tarde en la gloria?
Es un frío domingo cualquier de mediados de enero. El cielo está plomizo y la lluvia empaña las ventanas de tu casa iluminada con velas pero tú, desde el sofá, no puedes más que preocuparte por saber cómo acabará la intrigante película que lleváis toda la tarde viendo. Mientras apuras el último sorbo de tu taza de chocolate caliente y te quitas los gruesos calcetines de lana que llevabas puestos piensas que no hay nada más cercano a la felicidad. No eres consciente de ello, pero ese momentazo que estás viviendo es un Hygge en toda regla.
Dinamarca encabeza desde 2012 el ránking de World Happiness Report Update, aunque de eso se han encargado sin duda sus políticas sociales: medidas de conciliación en las empresas, semana laboral de 35 horas, los sueldos más altos de Europa... Pero parece ser que también influye una muy buena adecuación a sus circunstancias geolocales. En uno de los lugares con peor climatología del mundo, los daneses han aprendido a convertir sus hogares en templos del bienestar. "No somos una utopía perfecta, el país se enfrenta a retos y problemas como cualquier otro, pero creo que puede ser una fuente de inspiración sobre cómo los países pueden aumentar la calidad de vida de sus ciudadanos". Apunta Meik Wiking. "Los daneses son los más felices de Europa, pero también son los que se reúnen más a menudo con sus amigos y familias y se sienten más tranquilos y en paz. Por lo tanto, hay buenos motivos para observar un interés creciente en el Hygge".
La mayoría de los consejos Hygge que se exponen en el libro se centran en el hogar, núcleo de la vida social danesa, aunque el Hygge también puede practicarse al aire libre o incluso en el trabajo. Tampoco se limita sólo al época invernal, puede regir tu vida todos los días del año. Las ideas se centran sobre todo en la iluminación y la pasión nórdica por las velas, las chimeneas, las cosas hechas de madera, las mantas, cojines y jerseys gordos y en tener un hyggekrog (un rinconcito donde acurrucarse con un libro y una porción de tarta). En disfrutar del aquí y ahora apagando el móvil mientras cenamos con nuestra familia y en regocijarse en la sensación de armonía y refugio de nuestro grupo.
- Velas. A falta de chimenea, nos ha quedado más que claro que sin velas no hay Hygge.
- Comida de la rica. El chocolate es Hygge, el brócoli hervido, no. Olvídate en estos momentos de cualquier tipo de dieta y ríndete al capricho del dulce sin remordimientos. Puedes acompañarlo de tu té favorito y de mermelada que hayas hecho tú misma, ya que la elaboración propia de lo que vayas a ingerir añade unos cuantos puntos más de hyggelig al asunto. El concepto de slow food y de disfrutar del proceso de preparación de los alimentos es fundamental.
- Tu libro, peli o serie favorita. Gracias a plataformas como Netflix o HBO las series se han convertido en el nuevo ocio adictivo de la sociedad. Si aún no estás "enganchado" a ninguna estas serán de las que todo el mundo hablará en 2017.
- Un buen estilismo cozy. En el que no puedes llevar nada demasiado ajustado o incómodo. Los daneses apuestan por el jersey de batalla, los calcetines de lana (muy gordos) y el pelo informal que, en resumen, consiste en hacerse un moño sin importar como quede.
- Da rienda suelta a tu gusto por la papelería. Escribir tus ideas en bonitos cuadernos de papel es mucho más hyggelig que hacerlo en una cutre nota del iPhone. Al igual que lo es hojear tus fotos impresas en un precioso álbum en vez de mirarlas en facebook o contestar mensajes de tus amigos con cartas postales.
Una buena filosofía de vida que todos en algún momento hemos creído inventar pero a la que ahora ya puedes ponerle nombre."
Extraído de: Telva
Vía: az coaching
Vía: The New Yorker
Vía: Elle uk
Vía: Pinterest
Vía: latinaencph
Vía: actitudfem
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