Dicen y creo que no existen las casualidades, sino que todo son causalidades.
Ayer en la noche, fue a visitarme a casa mi Amiga Laura O. y justo le estaba diciendo que ya faltando un mes para mi cumple, estoy haciendo la listita de las cosas que quiero que me regalen; que ya dicho de paso le pedí un licorcito de dulce de leche de esos que ella sabe que me encantan!
La cosa es que justo hoy y luego de la conversación de anoche, me encuentro con este post que transcribo de unos de mis blogs favoritos y hace referencia justamente a lo que yo trataba ayer de explicarle a Laura. Una tendencia de la cual desde hace un par de años comparto.
Extraído de: http://www.delikatissen.com/
"Si todo fuera tan fácil como en Dinamarca…. Me explico. En Dinamarca tienen una práctica costumbre a la hora de hacer regalos, para cumpleaños, navidad, aniversarios y fechas señaladas. El que celebra elabora una lista de deseos, que se envía diréctamente a los demás, o de unos a otros para que así los asistentes a la celebración sepan que regalar. Cuando al principio viví esta costumbre, tengo que señalar que me pareció lo más lejano a la espontaneidad que pudiera haber, y bueno pretencioso en cierta forma. ¿Cómo iba a poner en una lista las cosas que quería por mi cumpleaños? Al principio como digo me costó, sobretodo cuando yo era la protagonista, pero la verdad, cuando yo era la que tenía que buscar un regalo, pensé que aquello era lo mejor del mundo. Por supuesto hoy en día forma parte de mis costumbres y siempre pido una lista de deseos. Y cuando me toca a mí hago lo mismo. Es genial porque siempre vas a recibir lo que te gusta y realmente deseas, sin arriesgarte a tener que poner cara de circustancias si alguien te regala una lámpara rococó que jamás habrías querido."
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